El diseñador de páginas web debe tener en cuenta que el color es mucho más que un elemento decorativo. En el diseño web, siempre se debe pensar que la creación que se está llevando adelante tiene como finalidad gustar al destinatario, el usuario de la página web, y no simplemente satisfacer el gusto del propio creador o de su cliente.
Al elaborar una página web debemos tener en cuenta el tipo de usuario que la misma va a tener. El gusto por los colores y sus diferentes combinaciones se encuentra íntimamente relacionado con la edad, nivel socio-económico, la cultura a la que pertenece, nivel educativo e incluso el país o región del mundo a la cual se pertenece.
Todos estos elementos deben ser tenidos en cuenta a la hora de diseñar una página web, no solo para definir los colores que se emplearán en el diseño. Los colores tienen diferente simbología según la cultura a la que se pertenezca y el gusto por los mismos es variable con la edad.
Los colores también influyen en el estado de ánimo de las personas. Mientras que algunos colores tienden a dar sensación de paz y tranquilidad, otros resultan irritantes o estimulantes.
No se debe despreciar el efecto psicológico que los colores de nuestra página web tendrán sobre nuestros usuarios. La mayoría de los usuarios de internet basan su navegación en la web en aspectos que están más ligados al sub-consiente que a aspectos racionales, sobre todo si la navegación está relacionada con el ocio.